En el mundo del marketing digital es muy común escuchar hablar de leads, captación de leads, conversión de leads y muchos otros términos relacionados con esta peculiar palabra. Los leads son muy importantes cuando hablamos de ventas, pues estos son el paso previo a una venta que realiza una persona o corporación.

Qué es un lead y qué no es un lead

Un lead es la interacción que un individuo o corporación realiza sobre tu empresa o tu producto. Es ese primer contacto que va seguido una semilla de datos por parte del cliente. Para que haya lead el usuario debe, no solo interesarse por el producto, sino también dar un primer paso con preguntas, datos o seguimiento.

Si dicho usuario se interesa por el producto y no realiza un paso extra no es un lead. La empresa debe tener algo más que el interés del usuario: datos, preguntas, condiciones…

Imagina que vas paseando por un centro comercial:

  • Te paras a ver un escaparate, te gustan unas zapatillas y prosigues tu camino: no es un lead.
  • Te paras a ver un escaparate, te gustan unas zapatillas y le preguntas al vendedor por ellas. Tras contarte el precio te ofrece una tarjeta con un descuento por registrarte en su web. Te registras y obtienes un 10% de descuento: esto sí es un lead.

Convertir leads en clientes, el paso definitivo

Ahora ya sabes que si tienes un lead tienes un cliente interesado y del que conoces, al menos, un dato para contactarle. En este momento tu trabajo es hacer que la decisión de compra caiga en tu producto.

Es el momento de sacar todas tus armas como una web de calidad, una oferta irresistible, la creación de una necesidad inminente, la posibilidad de quedarte sin stock, la publicidad personalizada de mails, etc. Con el lead en tu poder vender es más sencillo, pues tienes el dato de contacto y sabes que dicha persona está interesada en lo que tú ofreces. Recuerda intentar captar leads antes de ponerte a vender.