Dentro del marketing hay una gran cantidad de ramas diferentes que enfocan los objetivos y resultados de forma distinta. Hay un tipo de marketing muy antiguo que lleva años entre nosotros y que sigue funcionando muy bien: hablamos del marketing emocional.
Está presente en muchas de las campañas que ves diariamente, sobre todo en anuncios televisivos, de radio o en redes sociales. Es tan importante, y funciona tan bien, que deberías tenerlo muy en cuenta a la hora de realizar cualquier campaña de publicidad.
Qué es el Marketing Emocional
El marketing emocional es todo aquel que se apoya en las emociones para despertar un interés por parte del usuario. Este tipo de campañas deben buscar la relación entre el usuario y la marca más allá de un sentido racional como el ahorro o la funcionalidad.
Para entenderlo mejor, debemos poner un ejemplo sencillo que seguramente entenderás a la perfección:
- Anuncio de marketing emocional: con esta olla cerámica conseguirás emular a la perfección aquellos sabores tradicionales de ataño que preparaba tu abuela.
- Anuncio de marketing racional: esta olla cerámica es más barata que las ollas tradicionales, no se pega y es más duradera.
En el primer ejemplo se trata de transmitir emociones al usuario y apelar a sus recuerdos para la venta. El segundo ejemplo solo te cuenta las mejores característica de la olla y apela al raciocinio del ahorro y la mejor experiencia.
¿Puede mejorar tus campañas el marketing emocional?
Varios estudios confirman que el marketing emocional es mucho más efectivo que el racional. Los humanos nos movemos por emociones y tomamos la mayoría de las decisiones con el corazón. Es muy probable que incluyen algo de marketing emocional en tus campañas consigas unos mejores resultados. Además este tipo de marketing no solo es mejor a la hora de convertir, también lo es a la hora de posicionar, por ejemplo, en redes sociales.