Si estás leyendo esto, puede que sea porque una persona ha decidido iniciar un requerimiento legal contra tu empresa por culpa del uso de sus datos. Recibir una reclamación de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) no es algo que se deba pasar por alto. Se trata de un procedimiento muy serio que debería preocuparte.

Por lo general, este tipo de reclamaciones llegan por parte de usuarios físicos residentes en alguno de los países donde la empresa opera: online o presencialmente. El GDPR (Reglamento General de Protección de Datos) actúa a nivel europeo y dicta que las reclamaciones deben tramitarse en el país de origen de la empresa, aunque esto no es un impedimiento para recibir una reclamación de una persona que reside en otro país en el que opera tu empresa.

Has recibido una reclamación de la AEPD: qué hacer

Si la AEPD se ha puesto en contacto con tu empresa para informarte de una reclamación, poco puedes hacer para solucionarlo por tu cuenta. Esta agencia tiene potestad para solicitarte cualquier información al respecto, para personarse en tu empresa de forma presencial o para interponer una sanción económica.

Lo primero que debes hacer es mostrarte colaborativo, pues en algunos casos, si el error es menor, puede quedarse en un simple aviso para que corrijas el problema. Si la AEPD solicita información debes entregársela para que la inspeccionen y tomen una decisión.

Todo este proceso se lleva a cabo porque una persona física ha denunciado a tu empresa por utilizar sus datos para un fin no especificado. Tras mostrarte cooperador, es muy recomendable que recurras a los servicios de un abogado experto en este tipo de problemas para intentar mediar y solucionarlo.

La prevención es tu mejor arma

No debes preguntarte qué hacer si recibes una reclamación, lo mejor es prevenir esta situación optando por una buena auditoría por parte de un experto. Si tu empresa opera en Europa con datos de terceros y no tienes un plan de protección de datos tarde o temprano te enfrentarás a multas que pueden ascender hasta los 20 millones de euros.

Si no es demasiado tarde, es muy recomendable que te pongas manos a la obra con el plan de protección de datos de tu empresa para evitar las reclamaciones de la AEPD.